BUCEO PARA LOS NIÑOS

Primero debemos tener en cuenta que el mar es un lugar en el que los niños disfrutan. Además el mundo submarino atrae la atención de cualquier niño.

¿Te imaginas lo que puedes ver bajo el agua mientras buceas?

El buceo es uno de los deportes más mágicos que además puedes disfrutar en familia.

Los principales atractivos que tiene el buceo son: el descubrimiento y la aventura.

La pregunta que la mayoría de los padres se hacen es:

¿A que edad puede empezar a practicar el buceo un niño?

Según la Ley de Buceo 2020, los niños podrán practicar buceo recreativo:

Bautizo de Buceo:

  • De 8 a 9 años de edad: límite de profundidad 6 metros.
  • De 10 a 11 años de edad: límite de profundidad 12 metros.
  • De 12 a 15 años de edad: límite de profundidad 21 metros.
  • De 16 años a 18 años: límite de profundidad 40 metros.

Curso Buceador Junior:

  • 12 años: límite de profundidad 20 metros.

Curso Buceador 1 Estrella:

  • 14 años: límite de profundidad 25 metros.

De todas formas debemos dejarnos aconsejar por un Instructor para que determine si un niño reúne las condiciones necesarias para practicar el buceo basándose no tanto en su edad, sino en su estado físico, la experiencia en deportes acuáticos y también en ciertos rasgos de su personalidad.

El niño debe tener siempre presente que para disfrutar al máximo y evitar cualquier riesgo debe seguir las normas dictadas.

Beneficios del buceo para los niños

Para nosotros el buceo es el deporte en el que el niño saca más beneficios tanto físicos como personales como de educación y cuidado del medio ambiente.

El buceo:

– Combate el estrés: En la práctica del buceo una de las primeras cosas que se aprende es a controlar la respiración, con esto conseguimos también controlar el ritmo cardiaco, por lo que se convierte en una actividad perfecta para los niños, ya que les permite relajarse y superar las ansiedades. Debajo del agua entran en contacto directo con el medio y se aíslan de las distracciones hasta tal punto que solo escuchan el sonido de su propia respiración. Controlarla, tomar conciencia de ella, escucharla a través del regulador y verla plasmada en las burbujas que emergen a la superficie, son los principales beneficios para disminuir el estrés.

– Aumenta la autoestima: En las primeras inmersiones el niño debe superar la barrera de ser capaz de entrar en un medio hostil y aprender a respirar por la boca y a controlar esa respiración. Una vez cruzada esta barrera se siente capaz de seguir consiguiendo metas en este deporte. Es por eso que el buceo es considerado un deporte con beneficios emocionales, a lo que se suman las nuevas experiencias y el romper con la rutina diaria.

– Conocer una parte de la naturaleza desconocida para la mayoría: El 70 % de nuestro planeta está cubierto por agua, la variedad de especies animales supera con creces la que los encontramos en tierra. Además de presenciar flora y fauna de increíble variedad, no existe un punto igual al otro. El buceo hace posible sumergirse mil veces en un mismo lugar y que cada inmersión sea diferente.

– Es un deporte fácil y seguro: El buceo es un deporte sencillo y seguro. Basta con no tener miedo al agua. Como cualquier actividad deportiva, no está exenta de ciertos riesgos, pero cumpliendo unas medidas básicas de seguridad y siguiendo las instrucciones del Instructor, el niño, podrá disfrutar de la inmersión sin miedo.

– Mejora la vida social y las relaciones humanas: El buceo es recomendable para fortalecer vínculos entre amigos, ya que una de las normas de seguridad de esta actividad es que se realiza siempre en pareja, por lo tanto, es necesario confiar en el compañero que elegimos, ya que es quien nos va a ayudar con nuestro equipo y quien nos ayudará en caso de una situación inesperada. Además, las inmersiones se realizan en grupo tanto en las prácticas como en los viajes y en encuentros organizados con el fin común de bucear y explorar las profundidades acuáticas. Se aconseja realizar esta actividad para reforzar las relaciones interpersonales, generar un mayor grado de compañerismo y aprender a compartir.

Beneficios emocionales y de comunicación: Entre amigos que bucean juntos se establecen vínculos emocionales más intensos y se establecen nuevos lazos de confianza, ya que las inmersiones se preparan pensando en la seguridad propia y del compañero. También nos sirve para aprender a comunicarnos con un lenguaje no verbal, basado en gestos y signos, llegándose a mantener verdaderas conversaciones debajo del agua.

Superar los límites: No se necesita ser fuerte ni un gran deportista para practicar buceo. Los niños con distintos grados de discapacidad también pueden acceder al mundo submarino a través del buceo adaptado. Lo que además ayuda a incrementar la autoestima de los niños.

– Ejercicio físico: La práctica del buceo requiere un aleteo constante, y aunque no se realiza gran esfuerzo, el ejercicio continuo fortalece los músculos de las piernas y al ser un ejercicio aeróbico consume calorías. Ejercitan numerosos músculos que también se tonifican practicando el buceo.

– Coordinación y habilidades psicomotrices: En la práctica del buceo, el niño, desarrolla capacidades de orientación espacial, y requiere el control del equilibrio, para esto es necesario utilizar ambos hemisferios cerebrales, por lo que desarrollamos habilidades de coordinación, y equilibrio.